Cada 6 años se renueva la adquisición de un nicho en dicho cementerio y si no pagas automaticamente los restos son exhumados y enviados directamente a una especie de fosa común que en realidad es un pozo.
Según las reglas del cementerio a los 6 años del entierro,los parientes deben pagar 180 quetzales (16€) para mantener sus restos en el nicho y renovar el permiso por 4 años más . Si no se pagan estos honorarios se procede a la exhumación de los restos.
El procedimiento dictado por el cementerio es enviar un telegrama a la familia con el importe de la deuda,poco después los operarios destruyen el nicho y envían los restos a la fosa común.
En muchas otras ciudades donde los cementerios son manejados por las Administraciones públicas ocurren cosas parecidas.
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